07 noviembre 2011

Kinesiólogos vs. masajistas


Límites profesionales

(Por Rosalía Werner) En estos últimos tiempos las demandas a masajistas ha crecido notablemente, ya que muchas personas luego de una jornada larga de trabajo, optan por unos masajes para relajarse. Esta es una práctica muy utilizada en la sociedad, es por eso que hay mayores demandas en spas que trabajan con estas clases de técnicas de relajación. Desde la óptica de la salud esto está correcto y da buenos resultados. Pero surgen dudas y opiniones cruzadas con saber hasta dónde está capacitado el masajista y si todos toman las precauciones necesarias. Este es un reclamo que se hacen los kinesiólogos al verse avasallados en su labor.
No se trata de un problema entre masajistas y kinesiólogos, porque cada profesión tiene marcados sus límites y el rol que cumple cada uno. Esto no tendría tanta importancia si estas práctica no se dedicaran a tratar con vidas humanas que, al no tener conocimientos sobre lo que hacen, podrían terminar con problemas graves y muchas veces sin solución. Desde el Colegio de kinesiólogos de Rosario se observan distintas actividades. Según la ley de Incumbencia kinésica, “se considera ejercicio profesional a las actividades en kinesiología y fisioterapia que los kinesiólogos, kinesiólogos fisiatras, licenciados kinesiólogos fisiatras, licenciados en kinesiología y fisioterapia, fisioterapeutas y terapistas físicos realicen en la promoción, protección, recuperación y rehabilitación de la salud de las personas, dentro de los límites de su competencia que derivan de las incumbencias de los respectivos títulos habilitantes”.
En dicha norma, se establece que “será considerado ejercicio profesional la docencia, investigación, planificación, dirección, administración, evaluación, asesoramiento y auditoría sobre temas de su incumbencia. Así como la ejecución de cualquier otro tipo de tareas que se relacionen con los conocimientos requeridos para las acciones enunciadas anteriormente, que se apliquen a actividades de índole sanitaria y social y las de carácter jurídico-pericial”.
Una noticia que recorrió el mundo por medio de internet, grafica lo grave que puede llegar a ser el no tener límites profesionales. En el mes de noviembre de 2002, un juez de Barcelona condenó a un masajista a dos años de prisión por causarle la muerte a un paciente, la causa fue caratulada por intrusismo y homicidio imprudente. Según el artículo el masajista infiltró al paciente una combinación de medicamentos que provocó una reacción alérgica. En Argentina no se conocen denuncias de esta índole, ya que se dieron a conocer casos que no terminaron con la vida del paciente.
En Rosario hace 15 año nuestro lugar era ocupado por masajistas, en un club había masajistas, estaban en todos lados, eso se debía a que había muy pocos kinesiólogos en la zona”, comentó Héctor Cardozo, vicepresidente del Colegio de kinesiólogos con segunda circunscripción en la ciudad. “El kinesiólogo recibe los daños que hacen los masajistas, que muchas veces pueden hacer efecto pero que otras tantas ocasionan problemas. Los argentinos somos especiales, siempre hablamos de lo bien que nos hizo el masajista pero nos olvidamos de comentar los efectos contrarios”, expresó Cardozo.
Son muchas las personas que anhelan poder salir adelante laboralmente desempeñando alguna tarea que sea rentable. Es ahí donde un anuncio de cursos para aprender masajes, a un costo moderado y con pronta salida laboral, seduce y lleva a que después de un año puedan desempeñarse como masajistas. “Me gusta lo que hago y ayudo a muchas personas que me piden masajes corporales para relajarse, ya que están muchas horas frente a una computadora, escribiendo y realizando distintas actividades que afectan al cuerpo”, manifestó Dévora Daosta, masajista.
Hay muchas escuelas que dan el título de masajista, nos preguntamos por qué dan ese título si no es legal. En la Argentina estudiar es legal, vos podés estudiar pero te falta lo básico que marca la ley. Los cursos que se dan de masajes no son formales, esto quiere decir que no están dentro de las leyes correspondientes, y el objetivo únicamente de este curso es informar sobre lo que es el masaje, y las mayorías de las escuelas mienten que tiene salida laboral”, reafirmó Héctor Cardozo.
El kinesiólogo fisiatra, detalló además algunas de las grandes diferencias entre el kinesiólogo y el masajista: “Uno tiene un curso de 3 a 6 meses, en cambio el que hace la carrera de kinesiología estudia cinco años, incluido la presentación de una tesis. Ellos pueden aprender algunas técnicas poco efectivas, por otra parte nosotros debemos estudiar, analizar, y eso nos abre la cabeza y no nos permite tener techos”. La labor de los kinesiólogos es controlada además por el Ministerio de Salud de la provincia.
Por su parte, el masajista estudia las diferentes técnicas dentro de la terapia de masaje: descontracturantes, reflexología, deportivos, para personas mayores, entre otros.
Hace 2 meces que no puedo mover mi cuello, todo este sufrimiento comenzó cuando me realicé unos masajes descontracturantes, al principio me dio resultado pero con el pasar los días el dolor se volvió más fuerte y ya no podía soportar, cuando decidí ir a un médico, me mandó hacerme unas placas y luego me pidió que visite a un kinesiólogo”, comentó Marta, a pocos días de sacarse un cuello ortopédico.
Algo muy común y utilizado por muchos centros de estéticas son los distintos aparatos, y entre ellos podemos nombrar las ondas rusas. “Uno puede poner estos aparatos sin tener un título, pero las consecuencias pueden ser graves; por ejemplo se ponen los electrodos y el músculo se contrae, pero si no se tiene conocimiento, esto puede llevar a que se sobrecontraiga el músculo. Para graficar es como ir de acá a Casilda corriendo, esto en un músculo que se supone que está utilizando el aparato, ya sea por necesidad o por belleza, esto es todo lo contrario de lo que debe hacer porque el músculo no se encuentra acostumbrado a tan alta intensidad, que está contraindicada”, explicó Cardozo, que declaró que “el masajista no existe, ellos pueden actuar en su persona o la familia pero no existe como profesión. Eso tiene que ser ocupado por el kinesiólogo”.
Los kinesiólogos tienen un campo de trabajo muy amplio, pero muchas veces por falta de información no se los conoce. Es importante tener en cuenta que si por esos motivos somos víctimas de una mala praxis por parte de un kinesiólogo o masajista, es posible acercarse al Colegio de kinesiólogos de la ciudad, que se encuentra ubicado en Maipú 1544 y poder realizar la correspondiente denuncia. Esto ayudará a cuidar más la propia salud.