30 mayo 2011

Un vacío legal y cientos de niños a la espera de familias

Adopción dificultada: el
concepto de maternidad
que defienden los jueces

(Por Florencia Pauletti) La posibilidad de adoptar un niño en Rosario es, históricamente, dificultosa, con miradas distintas sobre la orfandad y la paternidad, en medio de leyes que no se cumplen y proyectos insólitos para resolver la situación. Actualmente en la ciudad hay alrededor de 1650 parejas inscriptas en el Registro Único de Adoptantes, dependiente de los juzgados de menores, que esperan una respuesta. Lo más absurdo es que, a pesar de que los menores son asistidos en instituciones, los padres siguen manteniendo la patria potestad, dato que no es menor, porque de esta manera el chico no puede ser adoptado.

En ese sentido, en una de sus disposiciones generales la Ley 24.779 de Adopción afirma que el juicio para que un niño pueda tener una familia sólo podrá iniciarse a seis meses del comienzo de la tutela. De esta manera la guarda deberá ser otorgada por el juez donde judicialmente se hubiese comprobado el abandono del mismo. Por lo dicho anteriormente se puede contraponer que lo que ocurre en la mayoría de los casos que se encuentran en el Hogar del Huérfano, es que los niños son destituidos de sus familias, pero la patria potestad sigue siendo de los padres. De esta manera el abandono no es constatado y es irrealizable la adopción.
“En Argentina es casi imposible adoptar un niño si no es por entrega de la madre. Por juzgado lleva entre ocho y diez años, hay un gran vacío legal”, afirmó Karina Duvnjak, fundadora del grupo de Padres Adoptivos y en Espera de Rosario. Lo más grave de todo este sistema es que pretendió resolver definitivamente tanto el problema de las adopciones como todas las políticas públicas de la infancia, niño en situación de calle y separado de sus progenitores, entre otros. Y es hoy en día que miles de chicos se encuentran en condiciones de ser adoptados y permanecen indefinidamente en hogares o con familias de tránsito, según explicó el abogado Leandro Gianzone, que agregó: “Más que burocrático el trámite de adopción de un menor en nuestra provincia es prácticamente imposible”.
La nueva ley de protección integral de la infancia establece que la medida excepcional por la cual se separa a un niño de su familia no dure más de un año y medio. En ese lapso debe resolverse el futuro del menor: se reestablece el vínculo en el núcleo de origen o se piensa en una adopción. Sin embargo esto no es lo que ocurre. “Hay chicos que pasan una vida en el hogar, porque sus padres no ceden sus derechos, algunos ya cumplieron quince años aquí y nunca nadie los vino a buscar. Ojalá la nueva ley comience a ponerse en práctica porque si bien nosotros le damos todo lo que necesitan, nada suplanta el amor de una familia”, explicó la directora del Hogar del Huérfano, María Eugenia Saccone.
“Muchas veces se dice que se privilegian los derechos de los niños, pero el chico queda atrapado de rehén. Por una parte está la familia que lo abandonó pero que todavía cobra el plan social por el nene, entonces esto hace que no quiera desligarse completamente del niño, que ya no puede ser adoptado, por más que permanezca en el Hogar”, declaró Laura Borghi, presidenta del Hogar del Huérfano y agregó: “Sin olvidar mencionar que la burocracia con la que se maneja este país es casi irresistible, se ponen muchas trabas para la adopción de un niño, argumentadas en derechos”.
Actualmente hay más de 140 chicos en el hogar, de los cuales 40 tienen menos de dos años. Pero apenas un dos por ciento del total logra ser adoptado o volver a casa. Al respecto, la fundación de Padres Adoptivos denunció que las guardas transitorias de niños recién nacidos, que no deben ser superiores a los seis meses, duran más de dos años sin que se tome una decisión, con todo el desgaste emocional que eso implica para el niño y quienes lo cuidan.
Todos lo menores tendrían que tener una adopción plena, que tiene como principal característica ser irrevocable. Además, otorga al hijo adoptivo una filiación que sustituye la de su familia de origen, es decir que se extingue el parentesco biológico, así como todos sus afectos jurídicos. Y el adoptado pasa a tener de su familia adoptiva los mismos derechos y obligaciones que un hijo biológico.
El abogado Gianzone agregó que una vez otorgada la adopción plena por el juez competente no puede revocarse la misma y, por ello, la familia biológica no tiene derecho a reclamar la tenencia del niño, ni a solicitar un régimen de visitas. Pierde todo derecho a reclamar el vínculo como familia de origen.
En ese contexto, resulta fundamental el trabajo del grupo de Padres Adoptivos y en Espera de Rosario. “Estamos luchando para que los chicos que estén en hogares dando vueltas durante años puedan tener una familia. A ellos se les pasan los mejores años de su vida allí, mientras hay miles de personas esperando por un hijo”, concluyó Duvnjak.