16 mayo 2011

Omisiones de campaña II

Pasacalles, ordenanza
y corrupción política
La ley municipal 2384 nunca fue cumplida y no hay explicación.
En las campañas electorales actuales parecería que vale todo.

(Por Jazmín Levi y Jesica Salvat) Desde el año 2008 rige en Rosario la reforma de la ordenanza municipal 8324 que regula el código de publicidad. La normativa establece en el artículo 13 del capítulo 1: “Queda prohibido la colocación de elementos publicitarios, que por su ubicación y por las características y dimensiones del cartel, distraigan la atención de los conductores de vehículos, configurando un factor de peligro para la seguridad pública”. El artículo 11 delimita el uso de publicidad, y fija que sólo se admiten colocar en terrazas y/o azoteas o sobre terrenos de propiedad privada. Además están prohibidas las voceadas, el reparto de folletos en la vía pública y las pintadas en edificios. Sin embargo, los principales en violar la ley de la ciudad son los partidos políticos que realizan campañas en época electoral.

Suena contradictorio pensar que las mismas personas que hace menos de tres años firmaron la ordenanza en el Concejo municipal de Rosario son quienes la infringen a diario excusando lo injustificable con completo descaro. Cotidianamente los pasacalles, afiches, pintadas y voceadas inundan la ciudad, mientras que los encargados en quitarlos hacen vista gorda. Una actividad peligrosa que se volvió costumbre entre los precandidatos que intentan escalar al poder. Entre las consecuencias más graves se destacan la contaminación visual y auditiva, la obstaculización del tránsito, el bloqueo de los desagües y hasta algunos provocan accidentes.
El principal denunciante del incumplimiento de la norma es el activista en contra de todo tipo de contaminación Jorge Álvarez Beloso, que brindó su declaración sobre el tema. “Entre mis críticas destaco que evidentemente existen coimas. La multa gira entre los 300 y los dos mil pesos por cada pasacalle. Es imposible que se arriesguen a colgarlos sabiendo que pueden multarlos, siendo que sólo valen alrededor de 200 pesos. Si lo hacen es porque están seguros que las multas no se las van a cobrar y eso es porque tienen el visto bueno de arriba”.
Horacio Ghirardi, ex secretario de Gobierno fue consultado sobre la infracción de la medida y expresó: “Los pasacalles son un elemento económico que utilizan fundamentalmente los partidos que tienen menos recursos". Sin embargo tanto Jorge Álvarez como Eva Cáceres, pre candidata a concejala por el Movimiento socialista de trabajadores en Proyecto sur, lo niegan. “Los partidos pobres, los chiquitos, son los que menos pasacalles colgaron, no tienen guita para eso, ni para los afiches”, explicó Álvarez Beloso. Casi en concordancia con esta declaración, Cáceres manifestó que no considera ético despilfarrar el dinero en campañas políticas, prefieren usarlo para el crecimiento del partido. Les alcanza con pegar algunos afiches y que la ciudad se entere de que presentan una lista de candidatos. Luego agregó: “Dudo que los ciudadanos voten por quien hace más campaña”.
En contraposición, Clara García, concejala del Partido Socialista, dijo que han hecho un fuerte intento con otros partidos políticos para no instalarlos. Salvo algún que otro militante, en su esfuerzo de querer dar aún más difusión, lo pudo haber colgado de manera autónoma. Anexó: “Nuestro partido no los está utilizando, cuanto menos, en los espacios de mayor traslado donde pueda estar interfiriendo en la vía pública. Somos respetuosos de lo que son las carteleras en las cuales hay que instalarlos”.
La ley no especifica en qué zonas pueden utilizarse y en cuáles no, sino que prohíbe las publicidades en su totalidad. A pesar de firmar y conocer la ordenanza, Clara García se justificó diciendo que hay lugares fuera del radio céntrico donde no invaden. Vale destacar que las periferias de la ciudad son las que mayor cantidad de población concentran y el transporte urbano de pasajeros es muy utilizado, por tal motivo suena ilógico el argumento expuesto por la socialista.
La guardia urbana municipal es la encargada de supervisar y quitar cualquier tipo de cartel y pasacalle que esté irrumpiendo la ordenanza. Mariano Savia, jefe de la GUM, reveló: “Hemos retirado aproximadamente unos 400 pasacalles. Pero generalmente los que generaban riesgos, por posibles caídas. En los últimos fenómenos meteorológicos hubo algunos que causaban peligro, así que tuvimos que cortarlos y se hicieron algunas inspecciones en locales que los expendían de manera irregular y fueron clausurados”.
Según Álvarez, con las personas que trabajan en la Municipalidad podrían sacar 70 por hora, “lo único que tienen que hacer es cortar hilos”. Lo que sucede en las calles rosarinas es visto con una postura subjetiva por Cáceres, que destacó que la ordenanza está mal formulada porque es imposible cumplirla. A modo explicativo argumentó: “Pedirle a un político en campaña electoral que no haga publicidad en la calle es como pedirle a un bancario que no realice operaciones en el horario de banco. Además los mismos que hicieron la ordenanza son los que más la pasan por alto”.
Clara García se atrevió a preguntar si realmente votaría a un funcionario público que está arruinando el mobiliario urbano. Una vez más, parecería referirse a otra realidad, porque quedó explícito que fue una de las candidatas que colgó pasacalles durante su campaña electoral. Sin embargo, en este punto no hay quien se salve, ya que el principal denunciante afirmó que ningún partido cumplió la ley, y sus dichos están a la vista de todos los rosarinos. “Los que molestan son los partidos grandes”, expresó Álvarez.
Una de las ciudades más lindas de Argentina y con mayor atracción cultural turística se ve afectada por la negligencia que la gobierna. La impunidad sigue al frente y ante esta falacia queda resaltada al máximo. Los factores pueden ser varios, desde una escasez de control hasta la implementación de coimas. Ningún partido queda exento a la falta de respeto ejercida en la sociedad. ¿Qué le queda al ciudadano rosarino para votar en las elecciones del 2011, si todo está plagado de corrupción y carencia de justicia? En la actualidad la población sufre las consecuencias de las campañas electorales y nadie brinda respuestas válidas a una situación preocupante.