SE VIENE WALT STREET
Una grande de la taquilla
(Por Alfonso Albornoz) Pasaron 20 años para que el prestigioso director Oliver Stone vuelva a convocar a Michael Douglas para interpretar a Gordon Gekko, en la continuación de Wall Street, el dinero nunca duerme, uno de los clásicos del cine, que le valió un Oscar al actor en los 90. Esta vez viene acompañado de actores que prometen mucho como Shia LaBeouf (Transformers) y Carey Mulligan (An Education). No cabe duda que este film va ser un gran éxito en taquilla, sin embargo no logra tener el impacto que tuvo su antecesora ya que en ese momento marcó tendencia, pero en la actualidad sobran películas sobre corredores de bolsa y la historia que cuenta no muestra nada nuevo que impacte o sorprenda al espectador.
En la primera parte, Stone utilizó la crisis de la bolsa con el famoso crack para hacer el film donde el hábil personaje de Douglas se mueve con facilidad en el mundo de las finanzas, mostrando sus turbias negociaciones y especulaciones, en un relato ágil y tenso por medio de buenos diálogos entre los personajes que hacen del film uno de de los más atrapantes del cine en las últimas décadas. Esta vez se basó en la sísmica crisis financiera internacional que se generó con el gobierno de Bush y que de esta forma le permitió la oportunidad de hacer una secuela por primera vez en su trayectoria.
En esta historia Gekko sale de prisión luego de 8 años y se encuentra completamente solo, mientras estuvo preso uno de sus hijos murió y esto fomentó el quiebre de relaciones con su hija Winnie (Mulligan), quien es la novia de un joven corredor de bolsa (LaBeouf) a quien Gekko se le acercara con el fin de entrar otra vez al mundo de los negocios y a su vez poder reconciliarse con su hija. Sin embargo no todo es como parece cuando hay intereses de por medio, que se van revelando en el desarrollo del film.
Luego se suceden vaivenes sentimentales y económicos que llevan a Gordon y Winnie de un incipiente acercamiento al recrudecimiento de la ruptura y provocan la crisis sentimental entre ella y Jake, en donde a pesar de los grandes dotes actorales de Mulligan no logra una gran actuación y se muestra en todo el film con una melancolía constante, que de momentos es confusa.
El film también cuenta con participaciones de grandes actores como Susan Sarandon (quien hace de madre del joven corredor de bolsa) y Charlie Sheen, quien interpreta a el memorable Bud Fox de antaño y hasta Stone se da el gusto de parecer en pantalla. Sin embargo, sus interpretaciones son sólo simpáticas y aportan muy poco a la historia, que se muestran cargadas de distintas situaciones que parecen prometer ocasionar una gran situación y no logran remontar.
El desenlace es bastante impostado y predecible, impropio de los mejores momentos del cine de Stone, que por lo demás se pone a jugar una y otra vez con la pantalla dividida y los números multicolores, y finalmente no alcanza una imagen contundente del panorama económico contemporáneo. Se puede afirmar que la película promete mucho y no logra saciar al espectador, y la gran actuación y presencia de Douglas no bastan para salvar al film. Walt street termina siendo la típica película norteamericana en donde todo termina con una solución y final feliz.