Los celíacos y su lucha
contra esa enfermedad
A pesar de estar aprobada, la ley todavía no esta reglamentada
y los portadores exigen envases etiquetados para su consumo
(Por Lautaro Borysiuk) Viajando hacia Rosario, se puede comer en todas las estaciones de servicio, pero para los celíacos la historia es distinta ya que no hay ofertas de productos para ellos. Esa es una falta de consideración para todos los que conviven con este problema en la ciudad y el resto del país que, a pesar de la aprobación de la ley en diciembre del año pasado, nunca fue reglamentada. Aún no se definió cómo va a ponerse en práctica.
Como se sabe, en Rosario las alternativas para los celíacos son escasas y costosas. Quienes viven con la enfermedad no pueden comer ningún producto con gluten por lo tanto deben elaborar sus propios alimentos o bien pagar altos precios por los fabricados. Por lo tanto deben sobrevivir buscando las propias soluciones. Aunque en los últimos tiempos nacieron en la ciudad nuevas propuestas para quienes padecen esta enfermedad. “Estamos acostumbrados a buscar todo tipo de comidas alternativas y esperando que se reglamente la ley aprobada hace diez meses”, relató Javier, portador de la enfermedad.
Cada vez más dietéticas se suman a ofrecer productos libres de trigo, avena, cebada y centeno (TACC), incluso hay una fábrica exclusiva de estos alimentos y un almacén del mismo tipo. Además, una heladería ofrece cuatro gustos tolerables, permitiéndoles ganar en variedad y calidad de alimentación.
En calle Salta al 2400 funciona El Almacén del Celiaco, que ofrece todos los productos indicados y a precios accesibles, donde Claudia, una de sus vendedoras detalló: “Elaboramos productos propios y algunos los traemos de afuera, porque sabemos lo delicado que es el menú de los portadores”. Además confesó que los clientes se sienten identificados con el local, ya que en los supermercados “los envases no estipulan si están libres de glutem”.
“La tienda ofrece los productos adecuados para el tratamiento de esta enfermedad que es exclusivamente dietético, eliminando cantidades muy pequeñas de gluten en la alimentación”, subrayó la vendedora. Luego sumó que cuando se elimina el gluten de la dieta, la persona alcanza un buen estado nutritivo en un gran periodo y desaparece la sintomatología.
“Es muy bueno poder sentarse a tomar un helado como el resto, sobre todo en los niños que sufren mucho cuando se les niega el helado”, sostuvo Silvia, de la Asociación de Asistencia al Celíaco de Argentina Rosario (Acela). “Smart es la única heladería que ofrece cuatro gustos para celíacos, se han puesto en contacto con nosotros y cuenta con el análisis del detección de gluten”.
“Se está formando una Cámara de Productores de Alimentos para Celíacos. Somos todos productores chicos porque el mercado del celíaco no está considerado aún pero queremos crecer”, adelantó la vocal de la asociación. Luego relató que uno de los objetivos es la existencia de restaurantes exclusivos para los portadores.
La Asociación cuenta con representantes en casi todas las provincias, desde Salta a Tierra del Fuego, en las cuales mediante las publicaciones mensuales, se informa a todos los celíacos del país, la oferta de productos aptos y sus puntos de venta. En base a la ley aprobada en diciembre, Silvia advirtió que se luchó mucho para que los políticos entiendan nuestra enfermedad y no vamos a parar hasta que cada comercio “venda los productos adecuados”.
En el país existe una persona con celiaquía cada 150 habitantes. La confirmación de la enfermedad se logra por medio de una biopsia de intestino delgado, órgano que normalmente tiene vellosidades que no están presentes en el celíaco por efectos de una importante inflamación, detalló el médico.
La celiaquía es una enfermedad crónica. Para el celíaco, la dieta libre de gluten es la única forma de estar sano. Una dieta equilibrada requiere de por lo menos un 20 por ciento de farináceos, tales como panes, pastas, pizzas, harinas y otros. Los síntomas incluyen diarrea crónica, retraso del crecimiento y/o del desarrollo infantil, fatiga, erupciones en la piel, pérdida de peso, cambios en el carácter, vómitos y vientre hinchado, aunque estos síntomas pueden estar ausentes y aparecen de vez en cuando.