Irregularidades en el
servicio de energía
Vecinos de nuevos edificios esperan hace meses la conexión de
luz definitiva. Ni la EPE ni las constructoras se hacen cargo
(Por Luciana Ekdesman, Yanin Gulam y Pablo Martínez) Con el boom de la edificación en la ciudad y el número de habitantes creciente en la región, comenzaron a producirse recientemente problemas con el suministro de energía eléctrica en nuevas construcciones. Algunos de los edificios del centro de Rosario, que ya se encuentran habitados y tienen final de obra, todavía no poseen el tablero de luz definitivo. Por esta razón, sus propietarios obtienen una calidad deficiente de energía con cortes constantes del servicio.
Desde el 23 de abril de este año, cuando la obra estuvo terminada, los propietarios del edificio de oficinas de San Lorenzo 1716 reclaman la conexión de energía definitiva. Mientras tanto, deben trabajar con un tablero de obra, ya que la Empresa Provincial de Energía de Santa Fe (EPE) no tiene fondos para pagar la mano de obra del cableado subterráneo. Fabián de Luca, jefe de contrataciones de servicios de la compañía provincial, admitió en una carta enviada a la constructora VIT SRL que no tienen presupuesto para hacerse cargo del trabajo y, por lo tanto, se le solicita a los propietarios que se hagan cargo de la inversión, por la cual obtendrán un reintegro de dicho gasto mediante un crédito por consumo de energía cuando la situación se regularice.
“La luz se nos corta cada dos por tres, y eso hace que tengamos que dejar de trabajar varias horas seguidas. Corren riesgo nuestras computadoras, y además, hay mucho dinero invertido en esto”, señaló la abogada Patricia Isaack, propietaria del estudio ubicado en el 5ºc del edificio de la calle San Lorenzo.
Desde la constructora, advirtieron que el tablero de luz provisorio no es eficiente, ya que el cable alimentador no tiene la sección necesaria para la potencia de luz actual. Debido a esto, la empresa constructora pide a los propietarios de los departamentos el uso limitado de energía, y está evaluando dejar sin funcionamiento uno de los ascensores del lugar.
Vidal Espínola, representante de la EPE en la sección de contratos y estudios económicos, admitió que los problemas con el servicio de energía eléctrica se deben al creciente número de habitantes en Rosario. “En el centro de la ciudad el suministro de luz definitiva suele tardar mucho tiempo ya que el cableado necesario se realiza de manera subterránea. En cambio, en la zona que va desde el Boulevard Oroño hacia el oeste no existen tantas dificultades porque el trabajo es aéreo”, reconoció el portavoz, tras declarar que actualmente el servicio de energía se encuentra colapsado.
“El tablero definitivo se pone recién cuando la conexión de las redes están terminadas. Es responsabilidad de las constructoras pedir que el cableado esté terminado antes de que finalice la obra, para que no se tenga que utilizar un tablero provisorio cuando la gente ya está habitando el edificio”, dijo Espínola.
El pedido de suministro de energía definitiva debe realizarse, según la EPE, seis meses antes de que culmine la edificación de la obra. A pesar de ello, la constructora del edificio de San Lorenzo 1716 reconoció haber hecho este reclamo con dos años de anticipación. “La EPE no declara como prioridad a nuestra edificación ni al cableado subterráneo porque de las 32 oficinas declaradas, sólo tres solicitaron el servicio”, explicó Leonardo Tesolat, socio gerente de VIT SRL.
Fuera de la zona céntrica de la ciudad, también se observan problemas con el servicio de luz definitivo en obras finalizadas. La construcción ubicada en Avenida Francia 951 es una de ellas. Desde hace dos meses, sus habitantes utilizan un tablero provisorio que se encuentra en la entrada del edificio y sin demasiada protección. Sin embargo, Graciela Malindo, representante de la constructora Echesortu, negó esta situación y dijo que ninguna de sus edificaciones posee un tablero de luz en ese estado. “Al momento final de la obra el cableado definitivo tiene que estar”, anunció. Con respecto al suministro de energía, Malindo dijo que suelen haber tardanzas por parte de la EPE que pueden durar hasta 45 días. “Muchas veces hay que hacer alguna obra civil o instalaciones secundarias que están determinadas por la empresa de energía, y tenemos que aceptar el hecho de que seguramente van a demorar”, expresó.
Entre todas estas idas y vueltas, los propietarios buscan una respuesta. La incertidumbre que genera no saber cuándo se resolverá el problema produce un malestar creciente para quienes compraron sus unidades y no pueden disfrutar de ellas plenamente. Ni las constructoras ni la EPE se responsabilizan, y se acusan mutuamente. Los únicos que salen perdiendo son los consorcistas.