06 septiembre 2010

Historia andante

El Museo de la Ciudad
presenta para escuelas
las “Valijas Didácticas”

(Por Julia Herrero) El Museo de la Ciudad cuenta con un novedoso método educativo y de difusión del patrimonio histórico, se trata de las “Valijas Didácticas”. Este programa, a cargo de Ernesto Aguirre, encargado del Servicio Educativo del museo, fue creado para dinamizar la enseñanza y el aprendizaje de la historia de la ciudad. La valija se la lleva a préstamo cualquier colegio de Rosario, y el modo de trabajo es sugerido en el material que se incluye, pero cada maestro hace lo que crea mejor dentro del aula.

Cada valija contiene fotos, de gran tamaño y calidad de la historia social y cultural rosarina. En el dorso se puede leer una pequeña reseña, que también sirve de disparador. Los docentes reciben material audiovisual, que pueden conservar, y en algunos casos, se incluyen objetos para complementar la información. “Empezamos a trabajar este año, pero hasta que no le dimos forma, las pensamos bien y las maduramos no arranamos.”, aclara Aguirre acerca del proyecto que se concretó en agosto y ya fue visto por más de 2 mil alumnos.
Por el momento hay disponibles cuatro temas, y están preparando el quinto. Se puede elegir entre “La Peste”, que trata sobre las grandes dolencias que los rosarinos afrontaron hasta mediados del siglo XX: el cólera, la peste bubónica y la poliomielitis. “Ciudad Libertaria”, sobre el anarquismo a comienzos del 1900. “El Puerto y los Trabajadores”, el crecimiento de la ciudad, a través del modelo agroexportador. Y “Ciudad sin Bordes”, abarca aspectos históricos y sociales del Pago de los Arroyos, la urbe constituida en centro comercial y portuario hasta el primer cuarto del siglo XX.
Ernesto Aguirre destaca que el Museo de la Ciudad es un museo “concurrido”, no “aburrido”. “Hay fines de semana largos, que si no llueve, nos visitan entre 800 y mil personas”, cuenta el encargado del Servicio Educativo del museo. Además, durante el recorrido, se puede consultar con los historiadores que trabajan para la institución, con el fin de enriquecer el paseo por la historia de Rosario.
Aguirre enfatiza en que este museo tiene un público que ningún otro tiene, desde lo niveles socioeconómicos más bajos, hasta los más altos. Desde esta área se trabaja con muchos grupos de discapacitados y grupos de riesgo social, adicciones, grupos de tercera edad, con la escuela de Gerontología de la municipalidad, a la cual le han mandado la Valija.
Abigail German y Alex Ratto son pasantes de la licenciatura en Educación e Historia, respectivamente, y trabajan junto a Ernesto Aguirre. Ella contó que participan del servicio educativo ayudando a los maestros y alumnos que concurren al museo, arman las guías que luego se entregan a los colegios, y en la formación de las Valijas.
El edificio actual fue construido en 1902 para la Administración del Parque y la Escuela de Aprendices de Jardineros, y desde 1993 funciona como sede del Museo de la Ciudad.
Entre los objetos de mayor valor en cuanto a su significado estético, histórico, social y didáctico, se encuentran en exhibición permanente dos conjuntos que se hallan prácticamente íntegros: el Almacén y Despacho de Bebidas Soberón y la Farmacia Dinamarca.
Como informa la web del museo (www.museodelaciudad.org.ar), La Farmacia Alemana, propiedad de Juan Wentzel y Kernba, inicia sus actividades en Rosario en el año 1881, en la esquina de las calles Libertad (actual Sarmiento) y Rioja. Según la Gran Guía del Rosario de Santa Fe de 1896, es una de las veintisiete farmacias con que cuenta la ciudad. Para esta época se traslada de su ubicación original a San Lorenzo 509 (numeración actual 1213/15).