9ª EDICIÓN DEL CICLO LITERARIO
Poetas contemporáneos
y una ronda de poesía
Llegó a Rosario “Más poesía menos policía”, un proyecto porteño
de Nicolás Castro y los hermanos Mariano y Ricardo Dios
(Por Maira Sanchez) La cita era a las 20 en Casa de Marito, me aseguré de llegar unos minutos antes para poder captar desde el primer momento el movimiento de este particular ciclo de lectura. Allí me encontré con Mariano Abrevaya Dios, uno de los coordinadores, quien llevaba puesta una remera con la inscripción del nombre del ciclo: Más poesía menos policía (MPMP). La primera impresión fue como estar en una casa conocida y con amigos. Sí, los que ya estaban ahí, los que iban y venían, estaban en una casa conocida y con amigos.
La idea era esa. Este ciclo de lectura, de poesía y narrativa estuvo pensado desde un primer momento por amigos y para amigos. Nicolás Castro y los hermanos Ricardo Dios y Mariano Abrevaya Dios son los que en 2008, en Capital Federal, dieron vida a este proyecto. “Es la búsqueda de un espacio para que poetas y narradores lean su obra, rodeando sus textos con pintura, plástica o música”.
La previa duró alrededor de dos horas, entre tragos, empanadas y buena música, que alcanzó para lograr el clima de esta consigna que desde un primer momento se había vuelto tan impactante como provocadora. La casa de Marito-medio hermano de los Dios- estaba perfectamente ambientada para la ocasión. Por un lado, un pequeño escenario y el stand de remeras, cd´s y libros y atrás, más precisamente en el patio, la barra.
De a poco el lugar de encuentro se fue llenando y tal como lo había previsto Mariano, quienes se acercaron provenían de distintos ámbitos y no necesariamente vinculados a la literatura. Y esa, según Abrevaya Dios, es otra característica que los diferencia de otros ciclos tradicionales donde claramente hay gente que escribe o gente que lee.
El nombre de este ciclo, tan particular como atractivo, surgió a raíz de una pintada poética-anarquista que estaba frente al lugar de trabajo de Ricardo Dios. Una consigna de gran fuerza y que les gustó. “Entendemos que expresarse a través de la literatura, ya sea poesía, narrativa, pintura, música, el teatro o la plástica, ya es una manera de pararse frente al mundo”, destacó Mariano.
Antes de que dieran comienzo a la lectura de los textos, se podían observar una serie de imágenes proyectadas en una de las paredes. Desde pintadas, distintos personajes reconocidos y otras, como el rostro afeitado de Macri, imágenes de diciembre de 2001, los enfrentamientos urbanos de la última década, y también los clásicos grafitis de Bansky donde dos policías se besan o un militante arroja flores al aire.
Por primera vez, Rosario ya estaba preparada para que la edición número 9 de MPMP se llevara a cabo. Y los presentes, una “mixtura un poco heterogénea” de la que antes hablaba Mariano, ya estaban ubicados, algunos en el piso y otros parados, para ver y escuchar.
Nicolás Castro comenzó haciendo un breve recorrido del ciclo y lo que se iba a poder disfrutar esa noche. El formato de la presentación de cada lector, en lugar de hacerlo formalmente con el micrófono, fue a través del proyector con una pequeña biografía. Ricardo Dios comenzó leyendo tres de sus textos, “Vino”, “Los dientes de Marta” y “Un hijo policía”, escritos en 2005, 2006 y 2009.
Continúo el poeta Nicolás Castro quien leyó algunos poemas como “Quién no escucha a Ramones” y también un fragmento de la Escolástica Peronista de Carlos Godoy, poeta cordobés. Mariano Abrevaya Dios, del mismo modo, fue llamado a una lectura en el escenario. Compartió “Rosamariazo”, una narrativa que tiene un sesgo con lo social y político y que relata cómo está conformada su gran familia, con una cadena de cinco medios hermanos, fragmentada como consecuencias de la dictadura en Argentina.
Luego de un pequeño intervalo, llegó el turno de los escritores rosarinos. Pablo Bigliardi comenzó con la lectura de una serie de poemas sin título y, uno de ellos, “Bailarín de procesos”, dedicado a los hermanos Dios. Irina Garbatzky continuó con la lectura de sus textos, entre ellos “Vamos a Lilliput”, y dejando a los presentes en el más profundo de los silencios. El último de los invitados en exponer fue Osvaldo Aguirre, poeta, narrador y periodista, quien compartió “Un día nos reuniremos” y poemas de su libro “Campo Albornoz”.
Casi como una improvisación y antes del cierre musical con Ramiro Abrevaya, músico y realizador audiovisual, Marito no sólo abrió las puertas de su casa sino que además, compartió un relato suyo con los presentes. Así, cuando las lecturas llegaron a su fin comenzó lo que sigue después de MPMP, la fiesta.
“Aspiramos a que los versos y relatos expresen sentidos y apostamos a una propuesta social y colectiva con el propósito de aportar desde la escritura una mirada sensible del mundo que nos rodea”, se explica desde el blog de “Más Poesía, menos policía”, que en su paso por Rosario llegó con la idea de impregnar arte en la gente, de cualquier manera posible. Una misión cumplida.