El ministro de Economía
de Santa Fe desestimó
ser gobernador en el 2011
(Por Maite Inchausti) Desde la Provincia se realizó un análisis que dejó ver el gasto que se generó en este período con la privatización del Banco de Santa Fe. El informe lo hizo público días atrás en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno el titular de la cartera económica, Ángel Sciara. La presentación de estos datos frente a la ciudadanía desató la molestia de varios funcionarios de la oposición, que tildaron de falaces los dichos del ministro. Otros, incluso, le endilgan una posible candidatura a la gobernación y lo acusan de querer tomar notoriedad con este hecho.
“Estas cosas ocurren cuando no hay argumentos”, respondió el contador y economista del partido socialista, cuando se le preguntó si tenía pensado postularse para ocupar el cargo que actualmente ostenta Hermes Binner. “Nada que ver, esto es una idea impensada”, declaró tajante. Remarcó además que este tipo de exabruptos ocurren cuando no existen evidencias para justificar lo ocurrido.
La situación se dio después de la presentación de un informe en el cual el ministro dio a conocer el monto elevado que se había destinado a la recuperación del Banco de Santa Fe. “El 31 de julio pagamos la última cuota de un préstamo que tomó la provincia para sanear la institución”, fueron las palabras que utilizó el contador para comenzar su explicación sobre el tema que hoy tiene en jaque a la política santafesina.
Fundado en 1874, el Banco Provincial de Santa Fe abrió sus puertas el 1 de septiembre y en junio de 1998 el decreto 1410 confirma haber llegado a la etapa final del proceso de privatización del Banco de Santa Fe Sapem. La institución quedó bajo en control de la Banca General de Negocios, un grupo financiero del que era parte el Chase Manhattan Bank, el Dresdner Bank y el Credit Suisse. Este grupo era liderado por los hermanos Rohm hasta que en 2002 fueron acusados de blanqueo de dinero y constantes irregularidades.
“Se pagaron 30 millones de pesos de la última cuota. Eso llevó a preguntarnos cuánto habíamos gastado por este préstamo durante nuestra gestión y ahí encontramos que habíamos pagado a precio de junio algo más de 290 millones de pesos”, disparó Sciara.
Y la pregunta siguió siendo la misma: ¿cuánto se pagó antes por este mismo préstamo? En otras gestiones la provincia también tuvo que erogar para amortizar ese crédito. Allí se encontró que los gobiernos anteriores habían pagado los intereses correspondientes con dinero que sale de las rentas generales.
“¿Cuánto le costó a la provincia quedarse sin banco?”. El mismo Sciara formula la pregunta, y se responde: “Eso es lo que yo llamo paradoja. Porque cuando uno compra o vende algo se queda con lo que compró. Acá no sólo perdimos el banco, sino que estuvimos un montón de años pagando muchísimo dinero”.
Lo que quedó de la cartera no es un tema menor. Al banco que compra se le da a elegir qué créditos y qué inmuebles se quiere quedar. El banco privado elige las mejores hipotecas y deja las de más difícil cobrabilidad. Esta cartera, más los edificios que no fueron elegidos, pasan a un banco de Santa Fe en liquidación que lleva más de 10 años en esa situación.
Según enunció el encargado del Ministerio de Economía, se ha recuperado algo de la cartera y otros inmuebles se han perdido. Lo que no aceptó el privatizado y se tomó de la liquidación estaba en el orden de los 900 millones de pesos. De esto se recuperan 100 millones y se podrían vender algunos inmuebles por 50. Por ende, se pierden, por la incapacidad de recuperación, 750 millones de pesos.
“Aquí no sólo se transfirieron los activos. Es un banco de 130 años de historia, estás transfiriendo algo así como una marca de fábrica que no tiene valor, es un intangible: es el Banco de Santa Fe, fundado a fines del siglo XIX con toda una trayectoria, una historia y eso es también lo que compra el banco que lo privatiza”, expresó Sciara, y remató: “Acá lo que hay es costo político. Las decisiones políticas tienen un costo, a veces son favorables y otras desfavorables. Acá la pérdida fue para la provincia de Santa Fe, que se quedó sin banco y tuvo que dejar de percibir y erogar cantidades importantes de recursos”. Por último destacó que la idea no era realizar ninguna imputación, pero sostuvo enérgico que sólo se va a desmentir lo expuesto si aparece algún documento que contrarreste la información presentada o se demuestre un error.