LA ODISEA PARA CONDUCIR
La Dirección General
de Tránsito colapsada
El titular de Educación Vial, Gustavo Ada, aseguró que en la
ciudad hay un vehículo cada tres personas. Una cifra alarmante.
(Por Graciana Petrone y Juan Pablo Calandria) Su brazo izquierdo sostiene un casco gris, casi nuevo. Su mano derecha aprieta con fuerza el alambrado que cerca el frente del predio de Moreno 2510 de la Dirección General de Tránsito de Rosario (DGT) donde van a parar los vehículos incautados a quienes, por alguna razón, circulaban en forma irregular por la ciudad. Mariano R. continúa aferrado a la reja sin quitarle los ojos a su Honda Lead 110 que todavía tiene en su parte trasera el compartimento para llevar pizzas. “No pude sacárselo, no tenía las herramientas y tengo miedo que me lo roben”, cuenta. “Es la segunda vez que me llevan la moto al corralón, en la anterior me faltaron los dos espejos”.
Siente rabia. Estaba a medio camino de terminar el curso de concientización vial que ordenó el Juez de Faltas cuando lo “engancharon por circular sin carnet la primera vez”, según él mismo refiere. Y como quien pretende presentar un descargo en la oficina de un Tribunal, Mariano R. relata que en aquella ocasión tenía los exámenes psicofísicos y teóricos aprobados pero que podía rendir el práctico recién a los 40 días. “Sino, fíjese en el cartel que está dentro de las oficinas que dice que no hay turnos hasta el 15 de octubre y estamos en agosto”, dice mientras saca su mano derecha del alambrado y señala el ingreso a las oficinas.
La DGT colapsó a causa de la escasez de recursos humanos, del recorte de presupuesto municipal para pagar horas extras a los instructores y de la rapidez con que operan los distintos Distritos, producto de la descentralización. El vertiginoso aumento del parque automotor en la ciudad durante los últimos años también evidencia la necesidad de incorporar con urgencia nuevos empleados a la planta.
La opinión de la DGT
La situación de Mariano R. no es distinta a la mayoría de quienes gestionan el carnet de conducir. Las falencias operativas de la repartición evidencian una gruesa omisión por parte del Ejecutivo Municipal, que incluso es ajena a la DGT. El trámite para obtener las licencias se inicia en cada Distrito, según el domicilio del aspirante. En el plazo de una semana el organismo otorga una fecha para realizar allí mismo el estudio psicofísico y la prueba teórica, pero el único predio que dispone la DGT para tomar los exámenes prácticos es en Moreno 2510, lo que provoca un verdadero desborde en la listas de espera y una evidente inferioridad ante el servicio brindado por los Distritos.
Gustavo Adda, subjefe de Educación Vial del organismo, detalló los alcances y limitaciones de la repartición que integra. Explicó los motivos de las demoras en los turnos para los exámenes prácticos, además de mostrar su preocupación por el crecimiento del parque automotor. “Somos el cuello de la botella, Educación Vial recibe las solicitudes de aspirantes al carnet de conducir de los cinco Distritos Municipales”, dijo. Aunque aseguró que, a pesar de las complicaciones que ocasiona la descentralización, en el predio de Moreno 2510 se realizan “180 exámenes prácticos” y “110 teóricos en el día”. A su criterio, el problema no es la disponibilidad de personal sino que el espacio físico es limitado.
Pero Mariano R. necesita su moto para trabajar en un dellivery y no le importa si la DGT es la parte más delgada o más gruesa de la botella. Es padre de familia y tiene tres hijos. Su esposa está desocupada y hace seis meses que la rotisería es el único ingreso en el hogar. Sabe que al ser reincidente por circular sin carnet, aún con los exámenes previos aprobados, regularizar su situación será muy difícil: “No podía esperar 20 días más, ¿con qué llevaba la comida a casa?”.
Adda explicó que en el verano existe una mayor demanda por “la falta” de personal en período de vacaciones y porque “aumentan” las ventas de motos: “Hoy en día cualquiera accede a un ciclomotor sin demasiados requisitos”. En tanto, contó que las personas a las que les secuestran los vehículos por circular sin carnet son obligadas por los Jueces de Faltas a realizar un curso de concientización vial como condición ecuánime para sacar el auto o la moto del corralón. “Todas estas cuestiones demoran los exámenes prácticos, sin contar con el retraso que provoca en el resto del año la temporada estival”, argumentó.
El instructor mostró su preocupación por el aumento del parque automotor en la ciudad en los últimos años. “En Rosario hay un vehículo cada tres personas y es una cifra verdaderamente alarmante”. Por su parte, admitió que el Departamento está desbordado pero que intentan trabajar en función de una demanda cada vez mayor. “Aunque si se tiene en cuenta el panorama en general y la cantidad de inspectores que hay por cada vehículo… podría decirse que falta personal”. Por último, puntualizó que en 2008 se registraron 6577 infracciones y se labraron 4988 actas y que en 2009 las multas aumentaron casi un 9 por ciento, aunque mermó la cifra de accidentes.
El Sindicato de Empleados Municipales de Rosario y el ejecutivo, enfrentados
Antonio Ratner, secretario adjunto del gremio municipal, opinó sobre los recortes presupuestarios, la escasez de recursos humanos y aseguró que es necesaria la inminente incorporación de nuevos inspectores a la DGT.
En mayo de 2008 el intendente Miguel Lifschitz impuso un recorte presupuestario para los empleados municipales que incluyó una reducción importante en las horas extras. Según Ratner, dadas las crecientes demandas de servicios por parte de la comunidad, sumado a la falta de personal en casi todas las reparticiones, el Ejecutivo hizo todo lo contrario a lo que debía hacerse: “Si el problema es la falta de personal, no se deben quitar las horas extras”.
Fuentes confiables de la oficina de cómputos del municipio informaron que la inversión en el pago de horas extras mermó hasta un 60 por ciento desde que el intendente impuso el recorte presupuestario, lo que el gremialista consideró un “despropósito” y consideró que la Municipalidad debe “aggionarse” en las contrataciones del personal en función de los servicios que propone. “Mientras se habilitaron obras importantes como el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) y se agilizan los trámites en los Distritos, resulta que no hay personal para atender las salas del nosocomio y tampoco gente suficiente en las reparticiones donde se derivan las gestiones administrativas”, enfatizó.
“La DGT sufre presiones muy importantes debido a la creciente cifra de la plaza automotriz por lo que necesita con premura incorporar inspectores”, esgrimió. Para finalizar, adujo que el 75 por ciento de los empleados de la repartición cuestionada fueron incorporados por tratativas sindicales en las que él mismo participó: “Es una repartición históricamente importante para nosotros e intentamos intervenir en función de las necesidades de los trabajadores y de la comunidad”.
Sobre llovido mojado
El reelecto concejal Jorge Boasso presentó un proyecto en 2008 para solicitar pedidos de informes a la Municipalidad tras advertir “irregularidades” en la contratación de pasantías en la DGT. En su petitorio requirió una nómina de los pasantes, la cantidad de renovaciones de los contratos, la carga horaria y función que desempeñan, obra social y ART de la que gozan, entre otros puntos.
El plan surgió a raíz de denuncias de posibles anomalías en la gestión. En su pedido, el concejal declaró que a algunos pasantes se les “sugería” tomar la figura de monotribustistas, pasando de ese modo a una relación contractual de locación de servicios, situación que operaba en desmedro del trabajador. “Nunca recibí el informe”, expresó Boasso el martes en forma telefónica, a más de dos años de su pedido.