23 agosto 2010

Investigación

El negocio de la basura
que afecta a todos
Para este año la Municipalidad debía reducir el 15% de los
residuos. La inacción local imposibilitará lograr el objetivo

(Por Maximiliano Luján y Fabrizio Rucci) Según la ordenanza 8.335 para este año se deberá reducir el 15 por ciento del peso de los residuos sólidos urbanos. Según la organización Basura Cero la separación de residuos en origen, a pesar de algunos avances, sigue siendo mínima y a este paso difícilmente se llegue a esta meta. La municipalidad destina 27 mil pesos por día en enterrar la basura en el Relleno Sanitario de Ricardone y desde 2005 no se aumentan las inversiones en el área de medio ambiente.

La ordenanza 8.335, presentada por el concejal Carlos Comi, fue aprobada el 13 de noviembre de 2008 y promulgada el 21 de noviembre de ese año. En ella se establece un cronograma de reducción progresiva de la cantidad de residuos depositados en rellenos sanitarios, sentando como base el total de los residuos dispuestos en el año 2006. La meta para el año 2010 será la reducción de un 15 por ciento del peso de los residuos sólidos urbanos de la ciudad de Rosario dispuestos en rellenos sanitarios, para el año 2012 de un 25 por ciento y el 50 para el 2017. De esta manera se prohíbe para el año 2020 la disposición final en un relleno sanitario de materiales tanto reciclables como aprovechables, incluyendo los residuos orgánicos.
En la actualidad, las 900 toneladas de residuos que Rosario genera son depositadas en el relleno sanitario de la localidad de Ricardone. El municipio paga a la empresa Resicom (dueña del basural) 29 pesos por cada tonelada depositada por día y le abona también 30 mil pesos por mes a la comuna de Ricardone por permitirle depositar los residuos de Rosario en terrenos de su jurisdicción. En definitiva la Municipalidad de Rosario destina aproximadamente 27 mil pesos por día para enterrar la basura que genera.
A menos de cuatro meses de finalizar el 2010, las cifras arrojadas por la Dirección General de Planificación y Gestión Ambiental perteneciente Secretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente, el mismo organismo responsable del cumplimiento de la ordenanza, demuestran que el nivel de residuos depositados en el relleno de Ricardone sigue siendo el mismo que desde antes aprobado el proyecto.
Carlos Comi, diputado nacional e impulsor de la ordenanza en su ejercicio como concejal atribuye el incumplimiento a una “falta de conciencia” por parte de la autoridad de aplicación, la Subsecretaría de Medio Ambiente de la Municipalidad. “No se ha pensado en nada, no se ha concientizado a nadie, no se ha gastado un sólo centavo. No se hizo absolutamente nada. La ordenanza hoy está como el día que salió”, denunció con cierta indignación.
“Se ha hecho poco y nada. La Municipalidad nunca creyó en Basura Cero, el proyecto fue aprobado por la presión de las organizaciones ambientalistas, especialmente el Taller Ecologista, pero nunca hubo decisión política de cumplirlo”, resaltó. El diputado aclaró que la inversión de los nuevos contenedores fue importante pero no apunta a la solución de fondo que es Basura Cero, que busca reducir la cantidad de residuos que se entierran.
De las 900 toneladas que se entierran en el relleno sanitario Resicom de Ricardone tan sólo cinco de ellas están siendo tratadas mediante un programa de separación en origen, esto es separando los residuos orgánicos de los inorgánicos. Estas cinco toneladas provienen de sectores pequeños de Zona Norte y Zona Sur. Consiste en una modalidad puerta a puerta donde determinados días pasa un camión por las casas adheridas al programa y se lleva los residuos reciclables secos.
Sergio Rinaldi, ex miembro del Taller Ecologista de Rosario, destacó que de los residuos secos (plásticos, vidrios, cartones, papel) generalmente sólo se puede recuperar y reciclar un 30 por ciento, y que nada se está promoviendo para tratar los residuos húmedos (orgánicos), que representan un 45 por ciento del total de basura generada y de los cuales se podría aprovechar casi un 70 por ciento. “Lo que se está haciendo es sólo una minúscula parte, ya que la metodología de separación en origen es el tronco para que la ordenanza funcione y no se está llevando a cabo en zonas neurálgicas de la ciudad como lo es la Zona Centro”, afirmó.
  El ambientalista explicó que hay muchas medidas que se deberían estar llevando adelante para cumplir con lo que se aprobó en noviembre de 2008 y hoy no están en agenda parlamentaria, lo que evidencia la imposibilidad de llegar al año 2010 con un 15 por ciento menos de residuos enterrados. “Separación en origen, planta de separación en destino, tratamiento por medio de compostaje, campañas de concientización… son sólo algunas de las medidas detalladas en la ordenanza 8.335”, concluyó.

Presupuesto municipal en Servicios Públicos y Medio Ambiente
Desde 2005 las inversiones en este área aumentaron de la misma manera cada año, incluso luego de que se firmara la ordenanza en 2008, lo que significa que no se han destinado más fondos para su cumplimiento, sino los mismos que se venían aplicando. Desde el Taller Ecológico de Rosario pidieron que para el nuevo presupuesto se incrementen los importes que se utilizarán para la Secretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente.
No se puede decir que las acciones de la Municipalidad encabezada por Miguel Lifschitz hayan sido ejemplares y las llevadas a cabo por el intendente de Ricardone sean un fracaso. El factor fundamental está en que el acuerdo que ambos tienen y la ineficiencia a la hora de cumplir con lo pactado (inacción premeditada), perjudica a los habitantes de la vecina localidad ya que todos los residuos que crea la ciudad son llevados a este sumidero. Estos deshechos no son reciclados ni separados, por lo que no sólo se genera contaminación sino que también un derroche de recursos.
La ingeniera María Cristina Marozzi, de la Dirección de Planificación y Control Ambiental de la Subsecretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente, habló de un proyecto de una planta de clasificación y compostaje pero que todavía no puede realizarse porque se está esperando un dinero de Secretaría Ambiental de la Nación. Además hizo referencia a las demoras en la implementación del Programa Separe por la licitación del nuevo servicio de recolección municipal Sumar, y destacó la realización de pequeñas campañas de concientización en escuelas, como por ejemplo la de la implementación de la “bolsa camiseta” en lugar del nylon, entre otros pequeños puntos que impiden o benefician escasamente el avance de la ordenanza.
“Hay medidas que se están implementando pero a un 15 por ciento de reducción para el año 2010 no se va a llegar. También estamos pensando en la alternativa de separación en planta. Es muy difícil llegar a esos porcentajes sólo con una separación en origen”, argumentó Marozzi, lo que denota que la implementación del método Basura Cero para la Subsecretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente está aún en el plano de las ideas.
La Dirección de Planificación y Gestión Ambiental prefiere avanzar de a pasos pequeños pero seguros. “Llegaremos en menor porcentaje pero apuntamos a que sea un proyecto más sostenido y más fuerte apuntando a cuestiones más locales, una campaña pequeña pero que a veces resulta más efectiva”, argumentó Marozzi para explicar el tamaño del avance logrado hasta el momento.

Rosario cada vez más limpia… que Ricardone
Sergio Rinaldi criticó a la Municipalidad por su falta de estrategias de reciclaje para que sea menor la cantidad de vertido en el basural y aclaró que los containers metálicos no solucionan el problema. “Los contenedores mejoraron la higiene urbana pero si se abren se ve toda la basura mezclada”, explicó. Por otra parte sostuvo: “Rosario debe dejar de enterrar los residuos porque eso implica sepultar muchos recursos bajo tierra. Nosotros entendemos que hay que empezar a aplicar políticas de reciclado y recupero. Apuntar realmente a un plan de Basura Cero, aunque obviamente no se trate de un proceso capaz de concretar de la noche a la mañana”.
Los contenedores plásticos llegaron tras las quejas de los habitantes de la ciudad por el desorden y la destrucción de bolsas en las calles por parte de cartoneros y perros, principalmente, y por la desobediencia al horario de expedido de la basura. Estás prácticas dejaban una mala imagen en ciertos sectores y tapaban las cloacas provocando inundaciones ante lluvias. La solución de poner volquetes en las áreas más problemáticas abrió una disyuntiva: los contenedores eran parte del vandalismo nocturno.
El 13 de octubre del año pasado 32 jóvenes de entre 13 y 24 años fueron detenidos tras incendiar un volquete en Alem al 2900. Días antes, el 8 de octubre, el hecho había terminado con peores consecuencias para terceros cuando dos autos resultaron quemados producto de las llamas que provenían de un container ubicado en Montevideo al 500 y horas antes le había ocurrido lo mismo al dueño de un Chevrolet Astra en 1º de Mayo al 1000.
Los innumerables hechos de delincuencia han sido un factor clave para cambiar los volquetes tradicionales de material blando por los metálicos en el ámbito del distrito Centro. La ciudad ya cuenta con 360 contenedores de residuos de material duro y la idea es instalar 2 mil.
Por otra parte se están colocando 1100 containers de plástico en sectores de la ciudad que carecían de este servicio, básicamente en el extremo norte y sur de Rosario. Esta medida cubriría casi todo el sector más demandante de este servicio, pero abriría muchos más focos de inconvenientes por la inconciencia social que tan caro le cuesta a la Municipalidad.
Distinta es la situación en Ricardone. Ana y Héctor Anrique son una pareja de chacareros que viven cerca del basural, aunque para ellos es “imposible”. Sus demandas no son escuchadas y sus quejas se multiplican por cada habitante aledaño. “Hemos hecho estudios que constataron cierto grado de contaminación en el agua de esta zona", remarcaron con gran preocupación.
Otras de las problemáticas que trae el relleno son el olor nauseabundo y el constante arribo de camiones con basura, además de que los residuos se esparcen debido al viento y siempre se encuentran bolsas en los campos y en los caminos. “Si no se hace nada las consecuencias pueden ser muy graves e irreversibles para esta localidad”, afirmaron.
Desde la intendencia de Rosario aseguran que el relleno de Ricardone está habilitado para recibir y sepultar basura. En cuanto al estado sanitario de la ciudad consideran que se ha mejorado de manera notable y que las quejas de los vecinos descendieron casi en su totalidad.
Alejandro Marchesán, coordinador general de gestión del gabinete, manifestó que el sumidero ubicado a pocos kilómetros de la ciudad se halla en perfectas condiciones para recibir residuos y que el uso del mismo es legal. Por otra parte explicó el programa Rosario Más Limpia, la nueva iniciativa que presentó junto al intendente Miguel Lifschitz en noviembre de 2009. El proyecto apuesta a un fuerte compromiso ciudadano en torno a la higiene urbana, y se propone como meta transformar a Rosario en la ciudad más limpia de la Argentina, a partir de la suma de esfuerzos entre la gestión del Estado en la materia y la adhesión activa de instituciones y vecinos.
En cuanto a las políticas de medio ambiente, Marchesán remarcó que Rosario fue pionera en 1995 en desarrollar una metodología de disposición final de residuos adaptada a las exigencias medioambientales de las regiones más avanzadas del mundo y fue la primera ciudad de la Argentina que comenzó a hacer el tratamiento de gases en rellenos sanitarios. “Fuimos la primera ciudad grande en la Argentina que inició la separación en origen, fuimos los primeros en iniciar la contenerización que luego se desarrolló en otras ciudades del país y hoy somos pioneros nuevamente al establecer el sistema de recolección por carga lateral con contenedores metálicos, que son mucho más eficientes y dan un mejor servicio”.
Según el coordinador general el gran salto adelante que faltaba hacer y que permitirá cumplimentar con los objetivos de la ordenanza Basura Cero, es la minimización de los residuos, que es una síntesis de proyectos presentados por ambientalistas y por concejales de distintos bloques a desarrollarse en un plazo de dos años. El Programa tiene una primera fase de lanzamiento y avance consumada en diciembre de 2009, se completa con un período de profundización a desarrollarse entre enero de 2010 y abril de 2011 y otra de consolidación que concluirá en diciembre de 2011.
Mientras las promesas de proyectos son volcadas una encima de otra, año tras año, el Relleno Sanitario de Ricardone sigue tapando basura diariamente y vecinos y ambientalistas desconfían que estos proyectos logren reducir considerablemente el vertido de desechos al aire libre. Cabe destacar que hace tres años la justicia provincial falló a favor de una entidad ecológica para que se evalúe el impacto de la contaminación provocado por el basural en la vecina localidad. La medida exigía la “investigación y aseguramiento de pruebas”, disposición que consistía en el examen de la tierra y el agua de la zona para verificar las denuncias de los vecinos y, de ser contaminante, cerrar el relleno. Pero desde Rosario, junto con autoridades comunales y municipales vecinas que depositan allí sus residuos, enviaron una carta en defensa del sumidero, alegando que en el caso de prohibirse el vertido de residuos se pondría en una “situación de emergencia ambiental” a esas localidades. Entre los firmantes de la carta se encontraba Fabián Acosta, presidente de la comuna de Ricardone.