09 agosto 2010

Humor gráfico

LA REALIDAD CON HUMOR
Caricaturas del alma

(Por Florencia Choternasty) La artista Marlene Pohle presentó el jueves pasado su obra en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, que quedará expuesta hasta el 5 de septiembre. Es la primera vez que expone sus trabajos en la ciudad, y la segunda en el país, la anterior muestra fue en Buenos Aires hace dos años.
Los diferentes personajes dan vida a la exposición titulada “Una mirada a mi alrededor”, desde personas en una taberna de Lisboa, la vereda de un café de París o un salón de tango en Buenos Aires. Son la recreación del mundo que nos rodea desde el punto de vista de la creadora, desde una mirada mucho más divertida de la realidad, de sujetos de diferentes partes del mundo donde ha estado como París, Estambul, Stuttgart, Rosario, Ibiza o Buenos Aires.

Además cuenta con retratos realizados por ellas realizó de diferentes escritores de Argentina, que ya habían sido expuesto en Buenos Aires; con caricaturas que realizó junto a Poli de Página/12 y retratos o situaciones que vivieron diferentes artistas conocidos por Pohle. También hay varias caricaturas que muestras el lado un poco más cruel de la realidad como la pobreza, o la corrupción.
Su manera de demostrar la realidad desde el punto de vista humorístico, a través de sus casi 60 obras, resaltando objetos para que sea más graciosos, hace que cada obra sea vista con detención por personas de diferentes edades. Que las personas que por alguna razón pasaban por el lugar, sin estar enterados de lo que había, se hayan quedado a mirar cada ilustración. Ni el frío de la noche de la inauguración hizo que los concurrentes puedan disimular las sonrisas que provoca ver cada trabajo.
Aunque la magnitud de la obra y de la artista, hubiese merecido más público y mucha más prensa, hizo que el ambiente sea mucho más familiar, no faltó el saludo de la artista a cada uno de los presentes y su curiosidad al saber cada opinión.
A pesar de que ella diga que sus obras al principio son un bosquejo a las apuradas y que después con más tranquilidad los termina de realizar, se ve en cada uno de ellos la profundidad y el impacto que provocó. Cada ilustración refleja una realidad distinta, manifiesta la situación y la emoción de cada personaje.
La forma en la que resalta cada detalle hace que viajes hasta ese lugar y que recrees ese momento. De una forma u otra hace que la imaginación vuele, que te imagines hasta con quién habla la señora que está sentada sola en el bar o el paisaje que tapa el gordo. Hasta te hace pensar qué habrá pasado después.
Los trazos de cada dibujo no está bien defino como el de una caricatura a la que estamos acostumbrados a ver, ni los colores están sobre el contorno de cada línea y tonos no concuerdan con el de la realidad. De esta manera la obra toma el estilo propio de Pohle, como a través de unas pocas líneas define la mirada y la expresión de las personas, de cómo se ve reflejada el alma en los ojos. Es muy admirable que logre eso, que pueda demostrar cuál es el personaje que esta triste o tiene algún problema que lo acongoja.
En las obras los colores forman parte fundamental, con ellos se marca el contorno de cada personaje, se resalta alguna figura o solamente tiene una característica de la situación, como un hombre tomando tinto no sólo el vino está pintado de bordo sino el sujeto también, es una forma de unir cada elemento. Además ayuda a que la mirada este puesta en algunos elementos.
En la exposición está muy marcada la mirada y la personalidad de Pohle, aunque tiene en cuenta su alrededor ella expresa lo que sus ojos ven no lo que en realidad se ve. El humor que caracteriza sus obras hace que la verdad sea más fácil de digerir. No es una obra muy diferente a la que ya ha realizado, demuestra que le es muy difícil salir de eso o que su vida artística está cómoda ahí, pero su impecable trabajo hace que todos queden asombrados con sus trabajos.