El servicio de gas en
invierno será normal
La empresa distribuidora confía en cumplir con la demanda en
la región. Defensa del Consumidor no recibió quejas hasta ahora.
(Por Diego Salum) Como ocurre todos los años cuando el frío comienza a hacerse presente en la ciudad, se abre el debate sobre el egoísmo de la gente a la hora de consumir el servicio de gas (al igual que pasa en verano con la energía eléctrica), la falta de conciencia y el derroche. El principal inconveniente en el que derivan estas actitudes es el peligro de desabastecimiento. Sin embargo, la empresa que se encarga de la distribución en la región, Litoral Gas, aseguró que no se esperan mayores problemas. Desde la Oficina de Defensa al Consumidor municipal informaron que, por el momento, no hay quejas al respecto.
Cuando las temperaturas empiezan a bajar es normal que se incremente la utilización de gas en las viviendas, por lo que la compañía repartidora cuenta con una estrategia a la hora de cubrir dicha demanda. “Lo que ocurre es que normalmente por la época estacional el sector residencial incrementa su consumo. En ese momento ya está previsto que si la demanda supera la oferta procedemos a aplicar los contratos que tenemos con nuestros grandes clientes de servicio interrumpible”, afirmó Aníbal Paradiso, gerente de Relaciones Institucionales y Recursos Humanos de Litoral Gas.
Dicho método consiste en restringir el suministro a grandes clientes (empresas de mucho porte) para que se asegure el abastecimiento de los particulares. “El sector residencial está siempre cubierto. Incluso existe una normativa que les otorga la prioridad. Normalmente, los grandes clientes tienen también prevista la utilización de combustibles sustitutos para cuando se aplica esa medida”, aseguró.
En ese sentido José Néstor Trigueros, presidente de la Oficina de Defensa al Consumidor de la Municipalidad de Rosario, explicó que hasta la fecha no se presentaron reclamos de los ciudadanos que tengan que ver con la prestación de ese servicio. No obstante, aclaró que aún no llegó la época más cruda: “Hasta ahora los períodos que se vienen facturando no estaban incididos por el alto consumo”.
Por su parte, uno de los pedidos más comunes en esa dependencia municipal tiene que ver con el aumento de las tarifas de servicios como la luz y el agua. Pese a esto, Trigueros señaló que “en muy pocos casos” las quejas que se reciben en torno al gas están relacionadas al dinero. “Las tarifas están congeladas por una medida del Gobierno nacional desde 2001 y no se mueven”, añadió.
Al respecto, Paradiso reveló que la empresa desde hace más de diez años no modifica el impuesto. “La tarifa del servicio de distribución no se cambia. Estamos en una industria regulada, y los importes deben estar autorizadas por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas)”, dijo, y consideró que se ya es hora de que se revea esta situación porque Litoral Gas “no recibe subsidios”. “Como cualquier empresa, cuando lo ingresos se congelan y van aumentando los egresos, cada vez se deteriorará más la economía”, agregó.
El congelamiento de los precios del gas tiene lugar oficialmente desde 2001 (hace diez años que la empresa no toca el impuesto), a partir de una medida del Gobierno nacional que estableció la creación de la Unidad de Renegociaciones (Uniren) para que se traten estos temas. En ese espacio, Litral Gas realizó un planteo hace dos años atrás para que se evalúe una modificación tarifaria. El proceso, que estuvo pasando por audiencias públicas y auditorías, finalizó con la firma de un decreto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que autorizaba a una revisión del sistema. Paradiso indicó que ahora resta que el Enargas emita una resolución efectiva. “Es necesaria una actualización”, explicó el gerente de Relaciones Institucionales.
El frío llegó para quedarse y, como siempre ocurre en las sociedades argentinas, el abuso de consumo y la falta de consideración por el prójimo llevarán a la palabra “desabastecimiento” a los principales planos en los próximos meses. Litoral Gas confía en cubrir toda la demanda residencial hasta que pase agosto con su método de interrupción del servicio al 80% de sus las grandes empresas, pero el interrogante apunta a si los ciudadanos están preparados para limitar sólo a la necesidad la utilización del servicio.