Cada vez más niños tienen
dificultades al expresarse
Superar los problemas del lenguaje en los chicos es esencial
para que el aprendizaje se desarrolle con total normalidad
(Por Carolina Marani) Si un niño no habla a los 18 meses, si a los tres años no articula correctamente algún fonema, si a los cuatro años no coloca bien las palabras dentro de una frase, si dejó de hablar, tartamudea o se esfuerza demasiado para pronunciar. Si algo de esto ocurre, ya es hora de consultar a un profesional especializado. Sin embargo, la licenciada en fonoaudiología, María Laura Broggi, que trabaja con niños y en centros educativos, advirtió que existe una gran cantidad de chicos que llegan a pre-escolar, a los cinco años, con dificultades lingüísticas que obstaculizan su comunicación.
El lugar donde se detectan principalmente los problemas en el lenguaje es la escuela, donde los docentes suelen advertir a los padres respecto de este tipo de cuestiones. “La dificultad principal es que los niños, entre los cuatro y cinco años, comienzan a prepararse para la escolaridad primaria”, explicó Broggi y agregó que los que no hablan bien, presentarán similares dificultades en la escritura, la lectura y la asimilación de conocimientos. Reforzó la necesidad de que los padres presten atención al habla como parte de la salud de los mas jóvenes y tengan en claro qué es lo “normal” para un niño de determinada edad y qué no.
Respecto a los consejos que brindan los profesionales, Broggi trabaja mediante talleres en los centros educativos de la ciudad de Rosario: No comunicarse con los niños en el lenguaje infantil que ellos emplean, sino que es necesario acrecentar y agregar vocabulario a las frases simples que ellos utilizan, para que aprendan a articular palabras. Además, explicó que no es bueno decirle al chico si no entendemos aquello que quiere comunicarnos: “Hay que preguntarle las diferentes opciones de aquellos que nos pareció escuchar en sus palabras, ya que a veces es muy vergonzoso para ellos por no poder expresarse correctamente”.
También es bueno, según la profesional, estimular su lenguaje en el momento en que hay motivación o predisposición de su parte, ya que presionarlos cuando están cansados, o luego de una larga jornada de jardín, puede llegar a afectar su estado de ánimo y su predisposición futura respecto a este tipo de ejercicios.
LOS CUENTOS
Respecto a la relación entre padres e hijos, Broggi destacó la posibilidad de generar espacios de cuentos donde la misma se manifieste como un lugar para la estimulación, el juego y el cariño que la contención de la familia puede ofrecer. “Los adultos son quienes dan a los niños el significado de todo aquello que los rodea, le dan el sentido a su pequeño mundo”, expresó.
El trabajo realizado con los padres a través del cuento, comienza desde los seis meses de vida, cuando el niño comienza a emitir todo tipo de sonidos imitando palabras o frases, ante los estímulos de las personas que lo rodean. Los colegios donde se realizan los talleres de lenguaje comienzan con el significado de la comunicación, pero sin despegarse del afecto y el acompañamiento que necesitan para formar parte de ella.
De esta manera, los profesionales utilizan los relatos fantásticos, las historias, para generar en los niños no sólo la estimulación necesaria para estructurar su habla, sino también que, a través del juego, se sienten felices de aprender junto a sus compañeritos y sus familias. “Todo sonido o palabra que balbuceen debe fomentarse y respetarse para que continúa, además la lectura genera preguntas, por ende, conocimiento de el mundo y de sí mismos”, expresó Broggi.
EL PRE-ESCOLAR
Este es el momento en el cual los más chicos no sólo necesitan superar las dificultades lingüísticas que puedan presentar, sino también que es el momento en el cual necesitan más respuestas. Broggi explicó que los “¿por qué?” que los niños demandan en esta edad implican una búsqueda de respeto y de respuesta por parte de ese adulto que es su modelo y su guía para crecer. “Entre ellos se encuentran las maestras, los hermanos mayores y los padres”, agregó.
“Cuando los niños preguntan el porqué de algo, puede resultar vergonzoso para los padres, ya que la sinceridad caracteriza estas edades, pero no hay que mentirles, sino explicarles lo más claramente posible y siempre acercándose a la verdad desde un lenguaje adecuado”, refirió la profesional.
En pre escolar, muchas veces las preocupaciones de las maestras residen en que un niño que no logra comunicarse tendrá problemas para expresarse durante la adquisión de conocimientos de la escuela primaria. Laura Díaz, maestra de pre- escolar hace 15 años, confirmó que los alumnos de cinco años con dificultades en el habla trasladarán estos obstáculos al aprendizaje de contenidos desde primer grado. “Es muy importante que se expresen bien, por eso solemos sugerir a las madres que hagan una consulta fonoaudiológica, aunque a veces estiran los turnos y terminan no llevándolos”.
Desde la escuela se realizan talleres informativos para los padres, pero muchos no asisten, comenta Díaz. “Contamos con la dificultad de que muchos trabajan horarios completos y no pueden hacerse cargo de este tipo de cuestiones hasta que no se convierte en un problema mayor”, afirmó.
“Un niño que no puede referirse a las cosas con exactitud, ni transmitir correctamente lo que ve o lo que le pasa, es alguien con dificultades para comprender las consignas, para entender lo que se le pide y para recordar lo que se le dijo”, explicó Díaz. Por otro lado, Broggi concluyó al respecto: “Los niños que en pre escolar no lograr articular correctamente, no logran dominar la lectura básica al comienzo de la primaria, tampoco la escritura, lo cual lo afecta socialmente, porque se ve afectado su ritmo de aprendizaje respecto al grupo y puede llegar a aislarse o a ser apartado por sus compañeros”. Estar atentos en las cuestiones del habla de un niño es esencial para asegurar su salud y su lugar en el grupo, así como su desarrollo intelectual y pedagógico.