14 septiembre 2010

Cuando lo regalado sale caro

DENUNCIAS A LA MANDRÁGORA
Un premio falso, el
cazador de turistas
La adquisición de un tiempo compartido en Buzios que termina
transformándose en un sinfín de demandas y cartas documento

(Por Esteban Landucci y Samanta Torres Herrera) Mónica M. llegó desde Villa Constitución para pasar un fin de semana en Rosario junto a su marido. Luego de recorrer la ciudad, llegaron al Alto Rosario Shopping para hacer compras y almorzar. En el camino hacia el patio de comidas, les fue inevitable pasar por el stand de La Mandrágora (ubicado en la planta baja del lugar, local G0008) donde una promotora del complejo los invitó a participar de un juego para ganar una estadía en Buzios.

La pareja proveniente de Villa Constitución ganó el juego interactivo y se hicieron dueños de un baucher de estadía gratis por una semana en el complejo, en Brasil. Rápidamente, la promotora los invitó a retirar el premio en una oficina ubicada en un edificio en Oroño 90 Bis. Les aclaró que allí podrían reservar la fecha que más les convenga y además presenciar una charla explicativa de no más de diez minutos para conocer las ofertas promocionales de La Mandrágora.
Un paseo en taxi llevó a Mónica M. y a su esposo a la oficina de La Mandrágora, en la que visualmente era difícil de identificar a la empresa, ya que no contaba más que con un escritorio, sillas y sillones para los invitados. Al ingresar se encontraron con más personas que iban en búsqueda de su premio. Durante aproximadamente 60 minutos escucharon detallar todas las promociones y beneficios que implicaba la contratación del servicio: se trataba de 30 semanas de tiempo compartido para utilizar cuando desearan. Los representantes de la empresa les informaron que de estar interesados, debían cerrar el negocio en ese mismo momento ya que la promoción era sólo por ese día. Las formas de pago no tenían casi restricciones ya que los vendedores siempre buscan la forma de acomodarse al cliente, ya sea por medio de tarjetas de crédito, débito o pagarés.
“Nos sentimos casi presionados a firmar, ellos hablaban tan eufóricamente y prometieron tantas comodidades que nos pareció una buena oferta”, se lamentó Mónica y por eso la pareja accedió a cerrar el trato: 650 pesos sería el precio de la cuota por mes que se debitaría de su tarjeta de crédito. Luego de firmar un contrato, brindar sus datos y números de tarjetas de crédito, Mónica M. y su marido se retiraron con el baucher correspondiente a la estadía de una semana en Buzios. Cuando la pareja quiso canjear el premio, se encontró con que sólo se podía reservar en temporada baja, de abril a julio sin incluir vacaciones de invierno y abonando alrededor de 400 pesos por gastos extra ya que lo único que se incluye al llegar es la estadía en el hotel.
Ante este hecho, Mónica M. se decidió a enfrentar al representarte de La Mandrágora, se dirigió a la oficina y les planteó el problema: “Mi intensión es rescindir el contrato de inmediato”. Pero no fue tarea fácil. Abogado mediante comenzó la ida y vuelta de cartas documento entre Mónica y la empresa que, mientras, continuaba debitándose las cuotas mensuales del tiempo compartido.
Mónica M. no fue la única perjudicada por La Mandrágora. Laura B. tuvo recientemente el mismo problema. En su caso, fue contactada por la empresa por vía telefónica, mediante la cual le informaron del beneficio de un supuesto premio otorgado por la tarjeta Visa. Víctima del engaño, realizó la denuncia correspondiente. Fue gracias a la ardua tarea de sus abogados que logró desatarse del contrato que le costó la suma de 1400 pesos que espera le sean devueltos.
El complejo La Mandrágora corresponde a un tiempo compartido que también se encuentra presente en varios puntos del país: Buenos Aires, Córdoba, Santiago del Estero, en donde realizan las ventas de la misma manera. Anteriormente la empresa se conocía bajo el nombre de Villa Piren, que con el paso de los años fue cambiando de nombres. Pero en realidad todas corresponden a Digser S.A. que en Rosario está ubicada en Ayacucho 1630. Una empresa que desde hace años se encarga de vender tiempos compartidos desde la Patagonia hasta el norte argentino.

La acción legal
“La Mandrágora no es una agencia de viajes, es una truchada total. No tienen número de legajo, no están reconocidos oficialmente”, aclaró Julieta García, miembro de la Asociación de Agencias de Viajes de Rosario, quien además sostiene que este tipo de empresas deben desaparecer. Ni La Mandrágora, ni Piren ni Digser S.A. están registradas como agencias de viajes legalmente y aún así tienen un lugar privilegiado en uno de los shoppings más concurridos de la ciudad.
Actualmente, el número de denuncias registradas a éste tipo de empresas aumenta frecuentemente. Darío Álvarez es un abogado que se ha encargado de varios casos de estafa en los que la expresión “tiempo compartido” estuvo muy presente. “Lo primordial a tener en claro es que al reclamar por el incumplimiento de contrato, el receptor de la demanda tiene que ser Digser S.A. Si no se especifica éste, el reclamo se torna en un sinfín de cartas documento”, manifestó Álvarez.
Las denuncias se pueden realizar en la Defensoría del Pueblo o en Defensa del Comercio Interior. Según Laura B. ambas entidades no respondieron eficientemente a su reclamo, sino que fueron derivándola de un sector a otro y por eso optó por la contratación de abogados que agilizaron el juicio.