Miles de hectáreas
argentinas están hoy
en manos extranjeras
(Por Ailén Echaguibel) Miles de hectáreas argentinas se encuentran en la actualidad en manos de extranjeros. Los gobiernos pasan y la cifra aumenta: hoy en día se habla de 18 millones de hectáreas extranjerizadas. Aún así, ese número no se puede precisar porque en Argentina no hay un registro de catastro, indispensable en el país, que pueda comprobar correctamente la cifra.
El pasado 27 de abril de 2011, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner presentó un nuevo proyecto de ley: “Protección al dominio nacional sobre la propiedad, posesión o tenencia de tierras rurales”. Es decir, para ponerle freno a las extranjerización. Pero detrás de los grandes anuncios los beneficios siguen siendo para los de afuera.
La primera mandataria se refirió a los fines del proyecto: “Es la protección de un recurso estratégico no renovable como es la tierra. Más especialmente en la República Argentina, donde hemos sido bendecidos por Dios por la calidad y la extensión de nuestras tierras. Luego habrá que adecuarla a las zonas, es una ley sencilla”.
Artículo 9°: Las tierras rurales de un mismo titular extranjero no podrán superar las mil hectáreas (1.000 hectáreas), cualquiera sea su lugar de ubicación, y su cómputo se determinará por la Autoridad de Aplicación sobre la totalidad de las tierras rurales de dicho titular en el territorio nacional, atendiendo, asimismo a los siguientes parámetros complementarios:
a)La localización de las tierras rurales y su proporción respecto del Municipio, Departamento y Provincia que integren
b)La capacidad y calidad de tierras rurales para su uso y explotación
c)La situación de titularidad del dominio de otras tierras rurales del pretenso adquiriente
Sin embargo hay que saber que hoy el 10% del territorio argentino pertenece a empresas con orígenes extranjeros. Corporaciones foráneas manejan en el país un volumen de tierras del tamaño de Uruguay. El 7% de Salta es manejado por una empresa multinacional. En la Patagonia, Benetton disfruta de 900 mil hectáreas, mientras que en Río Negro se vendieron 32 mil hectáreas a 92 pesos la unidad. Es una triste realidad para la soberanía nacional pero hay que saber que la presidenta con el nuevo proyecto no va a recuperar todas estas tierras pérdidas, al contrario, da margen a que se vendan aún más.
El Artículo 16 dice: “La presente ley no afecta derechos adquiridos…” ; esto significa que todas las hectáreas que están en manos extranjeras lo van a seguir estando. Cristina se refirió a este punto y dijo: “No sabemos si hay excedente o si está cumplimentado. Esto no afectará los derechos ya adquiridos, sino sería cambiar reglas de juego y perjudicaría a aquellos que lo hicieron de buena fe”. Y con respecto al artículo 7°, que establece en el veinte por ciento (20%) el límite de toda titularidad de dominio de tierras rurales en el territorio nacional respecto de las personas y supuestos regulados por este capítulo, la presidenta dijo que cuando haya “más de un 20%” de tierras, igual “no afectará” a los que adquirieron legítimamente (las tierras). “Queremos ser un país normal y serio, y eso es proteger el patrimonio nacional”, agregó.
La otra cara de la moneda
En el Congreso Nacional, aguardan encajonados a que los atiendan 12 proyectos más de los que poco se ha hablado. La legisladora de Proyecto Sur, Verónica Benas presentó en el año 2009 un proyecto para limitar la venta de tierra a extranjeros. La legisladora socialista dijo: “Tengo diferencias con el proyecto que presentó el ejecutivo porque el mensaje establece en un 20 % la cantidad de tierras que pueden ser vendidas a extranjeros y en realidad la intención de mi proyecto es terminar, limitar estrictamente para que no se siga vendiendo territorio nacional. Además explicó que en este momento la información que poseen, dice que hay entre un 7 y un 10% de tierras argentinas en manos de extranjeros y elevar esa cifra al 20% es como impulsar a que se rematen tierras además de las que ya se vendieron”. Y agregó: “Por lo tanto, nosotros no coincidimos con ese punto del ejecutivo, creemos que hay que frenar la extranjerización por eso en nuestro proyecto señalamos que el límite de tierras que pueden estar en manos de extranjeros tiene que establecerse en el 10%, para frenar definitivamente este proceso de extranjerización de nuestras tierras”.
Por su parte, el diputado nacional por el socialismo, Lisandro Viale, declaró que están a favor de discutir una nueva ley de extranjerización, lo que no significa es que estén de acuerdo con el proyecto del ejecutivo. Manifestó que existe la necesidad de que se discuta en forma paralela una nueva ley de catastro. “La ley de catastro no es ni más ni menos que la fotografía de cuál es el estado de situación de tenencia de tierras en Argentina. No hay un registro de catastro fidedigno y confiable, el gobierno habla de 7 millones de hectáreas extranjerizadas y algunas fuentes hablan de 17 millones y hasta de 22. No hay un registro confiable ni único en el país”, explicó el diputado. Y agregó: “Con ese dato de la realidad se puede empezar a discutir una ley de extranjerización de tierras”.
En el 2002 la Federación Agraria también actuó con respecto al tema, expuso un proyecto que luego fue encabezado por los diputados Pablo Orsolini y Ulises Forte. El presidente de la entidad, Eduardo Buzzi remarcó que el proyecto lanzado por ellos restringe mucho más porque plantea una unidad económica, no del 20% del territorio argentino. Además afirmó que los actores más cercanos al gobierno celebran la llegada de los de afuera para salvar el país.
“Creo que el gobierno hace otra nueva puesta en escena de querer plantear que es un gobierno progresista cuando en realidad en estos 8 años no hizo más que incentivar la extranjerización de millones de hectáreas que son soberanía nacional y sobre todo no hay ningún control con respecto a las tierras de fronteras”, declaró el Diputado Viale.
Por su parte, Benas dijo: “Nuestro país cuenta con una situación privilegiada en cuanto a tierras cultivables, a cantidad de agua y de condiciones de baja contaminación, por lo tanto, los inversores extranjeros están poniendo la mira en Argentina y vienen a hacer ofertas para comparar territorios, para hacer convenios y cuando hay políticos escrupulosos que deciden hacer negocios a costas de la soberanía nacional, esto representa un peligro muy serio”. Y amplió que ese proceso no se va a detener si no hay una política muy fuerte de nuestra nación, que hasta ahora no se vio.
Claramente este proyecto sigue beneficiando a los extranjeros y perjudicando la soberanía nacional. Es una barbaridad permitir que una sola persona pueda poseer mil hectáreas cuando hay gente que no tiene lugar para poder construir su vivienda. El gobierno nacional debe terminar con la venta de tierras a capitales extranjeros, y de este modo solo está poniéndoles una mínima traba.