CINE PARA LA TERCERA EDAD
Los abuelos rosarinos
disfrutaron buen cine
La Comedia y El Cairo albergaron al festival destinado a los
adultos mayores. Federico Luppi fue una de las presencias
(Por Alvaro Arellano) Por sexto año consecutivo se realizó en la ciudad de Rosario el Festival de cine para la tercera edad "Una mirada mayor”. Películas que van desde Esperando la carroza, hasta la reciente Cuestión de principios, fueron las protagonistas principales, y atracción para los asistentes. También estuvieron presentes actores de renombre y protagonistas de las películas proyectadas, como Federico Luppi y Jorge Luz. Los abuelos tuvieron la posibilidad de armar su propia programación, y disfrutaron grandes producciones nacionales del 5 al 8 de mayo en el teatro La Comedia y el cine El Cairo.
Rosario es una de las ciudades con mayores índices de envejecimiento poblacional del país. Hoy por hoy la inclusión social de adultos mayores es uno de los principales desafíos de las políticas públicas. Es así que la Dirección de Gerontología de la Municipalidad, junto con el Centro Audiovisual Rosario, apuesta a la implementación de estas políticas integrales para los mayores, promoviendo el mejoramiento de la calidad de vida, e impulsando la autonomía. Valeria Boggino, directora del CAR, explicó que el mismo es único en todo el país, ya que “se hace pensando en un público específico que son los adultos mayores”. A su vez explicó el sistema de votación en el que los abuelos eligieron las películas que querían ver, y expresó: “En base a esta votación nosotros procesamos los datos y acomodamos la información en base a cuáles fueron las películas más elegidas y qué actor o actriz ellos han votado”. La película ganadora como mejor comedia fue Esperando la carroza de Alejandro Doria, la mejor actriz fue Niní Marshall en Chatita es una dama, y el mejor actor fue Antonia Gasalla en Dos hermanos.
A través de esta iniciativa, se les acercó a los adultos una propuesta cultural, social y recreativa, especialmente organizada para ellos. Boggino agregó que lo que se intentó hacer fue “procurarles un espacio de esparcimiento, con cine de calidad, con películas que pudieron disfrutar de más jóvenes y con producciones recientes del cine nacional”. Este año, las películas tienen la particularidad de que giran en torno al humor, y a diferencia de otras ediciones, se hicieron presentes personalidades reconocidas del cine nacional. Entre ellos Jorge luz , quien fue homenajeado el sábado 7 de mayo, luego de la reproducción de La patrulla chiflada, donde se le hizo una distinción de ciudadano ilustre. Lo mismo ocurrió con Héctor Olivera, que el domingo 8 presentó La nona, y fue declarado visitante distinguido de la ciudad.
Otro de los homenajeados, fue el actor Federico Luppi, quien estuvo presente el primer día del festival, cuando fue proyectada Cuestión de principios, película que protagonizó junto con Norma Aleandro y Pablo Echarri. Allí, este medio tuvo la posibilidad de charlar con él, y esgrimió algunos conceptos sobre el festival, y lo que ocurre a esta edad tan característica. “La gente que lo organiza me invitó a este festival que tiene como fin recuperar un poco al público de la tercera edad, y como hay un par de películas que hicimos aquí en Rosario, y en Buenos Aires, que tienen que ver con el público que está aquí presente, nos hicimos presentes”. Muchas de estas películas, incluso en la que Luppi se hizo presente, tal como él lo definió, en algún aspecto hacen referencia a “una edad en la que todo el mundo entra en cierto grado de vulnerabilidad, donde vienen los achaques, las pérdidas”, y de esta manera los abuelos pudieron identificarse con los actores, y con la trama, que consta de sucesos con los que ellos se encuentran día a día.
La asistencia a las salas durante los cuatro días de proyecciones dejó en evidencia que se alcanzaron las expectativas de los organizadores, con salas llenas y con los abuelos disfrutando del mejor cine. Tanto la recepción, merienda mediante, como la atención incluso durante las reproducciones, en las que los organizadores estuvieron pendientes del público, estuvieron a la altura de las circunstancias, dándoles a los abuelos la hospitalidad necesaria. Además, todas las películas contaron con subtítulos al pie de la pantalla, para aquellos que tuvieran alguna dificultad auditiva. Entre cada película, la reunión entre los adultos en el hall central del teatro mostraba la distensión y la alegría que transmitían al disfrutar de buen cine, rodeados de un entorno que los contuvo de la mejor manera. Y tal como expresó Luppi, a pesar de ser una edad en la que los males aquejan mucho más que en otros momentos, también es una etapa importante de la vida, en la que tendrían que disfrutar de lo que hicieron hasta ahora. Y qué mejor manera que hacerlo disfrutando del buen cine.