LA OBRA DE SÁBAT EN ROSARIO
Las 80 piezas estarán
hasta el 10 de octubre
No son los típicos dibujos de caricaturas que nos tiene
acostumbrados a ver en los diarios para los que trabaja
(Por Florencia Choternasty) No todo es humor en la vida, siempre hay otras cosas para mostrar. Algunas personas reconocen a otras por su profesión o los trabajos que hace, y cuando hacen otro tipo de obras nadie se da cuenta de quién es el actor o extrañan lo que este venía haciendo. El jueves pasado se inauguró la exposición de “Héroes de Dependencia”, de Hermenegildo Sábat, quien por lo general realiza obras humorísticas para diferentes medios, entre ellos Clarín.
Las personas cuando piensan en Sábat, o por lo menos la juventud, piensan en un artista que con las caricaturas muestra la realidad, que hace periodismo a través del humor. Pero esta exposición, que va a estar hasta el 10 de Octubre en el Centro Bernardino Rivadavia, no cuenta ninguna realidad. Son retratos de personas que se crearon dentro de la imaginación de expositor, no tiene ningún parecido con otras personas ni son basados en alguien. Sólo son provenientes de la mente de uno de los artistas más reconocidos de Argentina.
Además de las pinturas, presentó su nuevo libro también titulado “Héroes de Dependencia”, en el que cuenta con fotografías de las 84 obras que se exponen, acompañadas por comentarios del autor.
Se hizo presente el gobernador Hermes Binner, que recorrió toda la muestra junto a Sábat que le explicaba cada una de las obras y le preguntaba qué le parecía. El carácter del humorista se hizo sentir cuando durante el paseo con el mandatario, que lo miro atónito, le dijo a un periodista que no le iba a dar una entrevista, y tampoco se mostró a gusto con la cantidad de flashes que resplandecían por la sala. Aunque si se hizo tiempo para firmar cada libro que la gente compraba.
Con respecto a que cada uno de sus retratos no tiene un título, Sábat dijo: “Dejo que cada uno puede ponerle un rótulo a las pinturas, que vean lo que quieren ver”. Además aclaró que aunque muchos digan que quiso ridiculizar a alguien o algo, esa no fue su intención ya que cada rostro es parte de su imaginación.
Muchas generaciones se encontraron en el lugar, pero todos admiraban como una niña de tan sólo 6 años observaba muy detenidamente cada dibujo y que no podía disimular sus muecas de diversión cuando uno le parecía muy gracioso o de repugnancia cuando algo le parecía muy fuerte, no faltó el atento Sábat que saludo con un fuerte apretón de manos a esta pequeña espectadora. Una exposición que se puede disfrutar en familia y que no hace falte conocer quién la realiza para poder apreciarse.
A pesar de que una sala abarrotada esperaba ver las típicas caricaturas a las que nos tiene acostumbrado el autor en los últimos tiempos, sus pinturas son muy similares a lo que ya vimos de él. Sin trazos definidos en los rostros, donde la pintura no sigue un contorno fijo.
Aunque diga que sus dibujos son algo que salen en el momento, los años de carrera y las técnicas que fueron perfeccionadas con el correr de las experiencia y anécdotas, se ve reflejados en cada una de las pinturas.
Cada obra está determinada por un color particular, por lo general de colores oscuros o marrones claros, pero cuando es necesario remarcar un detalle los colores resultan ser muchos más vivos y llamativos. Lo más llamativo es que en la mayoría de las pinturas, la personalidad de Sábat se ve reflejada por su “chorreante” pincelada final.
No es una obra muy diferente a la que ya ha realizado, demuestra que le es muy difícil salir de eso o que su vida artística esta cómoda ahí, pero su impecable trabajo hace que todos queden asombrados con sus trabajos y que el público se vaya renovando.